Nueva York, EU, 18 febrero 09
A dos años de iniciado el juicio, finalmente el Tribunal Oral de La Matanza, en la periferia de Buenos Aires, Argentina, absolvió a una mujer que accidentalmente mató a su marido, a quien además había denunciado en varias ocasiones
porque la sometía a maltratos físicos.
"En legítima defensa", fue el fallo del Tribunal, informó el noticiero hispano de Univisión. Se dictó sentencia después de que la Fiscalía desistiera de acusar a Graciela Aguirre en la primera audiencia del juicio.
"Yo no lo quise matar. Fue un accidente", aseguró Aguirre tras conocer el fallo y mientras un grupo de mujeres la aplaudía en la puerta de la sede de los tribunales.
El fiscal Ariel Panzoni sostuvo que la mujer, de 38 años, actuó "en legítima defensa" contra Ricardo Ávila, quien solía someter a Aguirre y a su hija a frecuentes golpizas.
La defensa agradeció la "honestidad intelectual" del fiscal y subrayó que, de haber primado ese criterio anteriormente, la mujer "no hubiera padecido casi dos años de detención".
EL ACCIDENTE
En sus declaraciones al tribunal, Aguirre contó los detalles del fatídico 4 de junio del 2007, cuando, en estado de ebriedad, Ávila la amenazó de muerte. Ella estaba con su hija, que hoy tiene 17 años.
"Fue a la cocina, agarró un manojo de cuchillos y al grito de ¡'te voy a matar'! se me vino encima. Yo tomé otro cuchillo y se lo arrojé a lo ciego, sin intención de matarlo", relató entre llantos la mujer.
Recordó que los maltratos eran "cotidianos" y que varias veces había intentado abandonar a su esposo, aunque dijo que éste la amenazaba con "incendiar la casa" y quitarle a su hija.
La mujer permaneció seis meses detenida en una comisaria, hasta que la justicia aceptó un pedido de la defensa para que cumpliera prisión preventiva en la casa de sus padres, en la periferia de Buenos Aires.
porque la sometía a maltratos físicos.
"En legítima defensa", fue el fallo del Tribunal, informó el noticiero hispano de Univisión. Se dictó sentencia después de que la Fiscalía desistiera de acusar a Graciela Aguirre en la primera audiencia del juicio.
"Yo no lo quise matar. Fue un accidente", aseguró Aguirre tras conocer el fallo y mientras un grupo de mujeres la aplaudía en la puerta de la sede de los tribunales.
El fiscal Ariel Panzoni sostuvo que la mujer, de 38 años, actuó "en legítima defensa" contra Ricardo Ávila, quien solía someter a Aguirre y a su hija a frecuentes golpizas.
La defensa agradeció la "honestidad intelectual" del fiscal y subrayó que, de haber primado ese criterio anteriormente, la mujer "no hubiera padecido casi dos años de detención".
EL ACCIDENTE
En sus declaraciones al tribunal, Aguirre contó los detalles del fatídico 4 de junio del 2007, cuando, en estado de ebriedad, Ávila la amenazó de muerte. Ella estaba con su hija, que hoy tiene 17 años.
"Fue a la cocina, agarró un manojo de cuchillos y al grito de ¡'te voy a matar'! se me vino encima. Yo tomé otro cuchillo y se lo arrojé a lo ciego, sin intención de matarlo", relató entre llantos la mujer.
Recordó que los maltratos eran "cotidianos" y que varias veces había intentado abandonar a su esposo, aunque dijo que éste la amenazaba con "incendiar la casa" y quitarle a su hija.
La mujer permaneció seis meses detenida en una comisaria, hasta que la justicia aceptó un pedido de la defensa para que cumpliera prisión preventiva en la casa de sus padres, en la periferia de Buenos Aires.
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