La mujer aún lucha contra la competencia masculina en áreas laborales

* Pero con decisión y constancia se puede salir avante: Ingeniera Aura del Carmen

Lorenzo Franco Aranda/ Colaboración

Poza Rica, Veracruz

“En mi trabajo -al servicio de Petróleos Mexicanos como ingeniera química- por mi condición de mujer no recibo ninguna atención preferente; yo diría que se me exige el doble.

Entrevistada al respecto, Aura del Carmen Franco Hernández acepta que “la competencia masculina es muy dura, ya que cada día debes de demostrar que el doble de capaz para tu profesión, que tus compañeros hombres.

“El ambiente laboral en la industria petrolera es difícil y si hablamos específicamente del trabajo en el mar, te diré que es agresivo y hostil, de muchas maneras”.

Egresada de la Facultad  de Ciencias Químicas de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de la UNAM, campus Zaragoza, Aura del Carmen se inició laboralmente en el Instituto Mexicano del Petróleo, primero en la ciudad de México y luego, en la Refinería de Tula.

Posteriormente, tuvo oportunidad de desempeñarse durante diez años a bordo de las plataformas de perforación en la Sonda de Campeche, donde concluyó como supervisora de Construcción de la Subgerencia de Construcción  de Ductos, dependiente de la Gerencia de Proyecto (región Marina Noreste) de PEMEX. En la actualidad, la ingeniera Franco Hernández desempeña otras funciones técnicas en el distrito petrolero de Poza Rica.

Por otra parte, acepta que en los actuales tiempos “existe un marcado machismo, lo cual he percibido de una u otra forma. Por eso, para destacar como mujer en cualquier profesión, hay que trabajar mucho”.

Desde tu época universitaria ¿intuías ser de las pocas mujeres que en nuestro país han destacado en esta profesión, tradicionalmente reservada para los hombres?

En mis épocas estudiantiles fue difícil el camino, ya que estudié en la ciudad de México, fuera del seno familiar y tuve que salir adelante por convicción propia.

Creo que para destacar en cualquier actividad, toda profesionista mexicana dirá que lo único que hace falta es trabajar mucho, además de determinación y coraje, para enfrentar los obstáculos, tanto de la vida profesional como de tus actividades privadas.

Con más de dos décadas de ejercicio profesional ¿Crees haber alcanzado varias de tus metas?

En mi temprana juventud tuve sueños y metas, como todos, lo cual al paso de los años se han ido consolidando y haciéndose una maravillosa realidad.

Creo que he avanzado y me he superado, quizá no todo lo que yo quisiera, pero a lo largo de estos años he aprendido mucho; he conocido gente que de alguna u otra manea me ha enseñado; otros, han dejado una huella indeleble en mí.

¿Qué futuro le auguras a la participación de la mujer en tu campo profesional o en otras áreas similares o afines?

Pienso que les espera un gran futuro, ya que las nuevas generaciones de jóvenes ingenieras, sea cual sea la rama de la ingeniería en que deseen incursionar, vendrán excelentemente preparadas para el reto profesional al cual se enfrentarán.

Nuestra ventaja como mujeres es que somos más honestas, más leales, sensibles y trabajadoras, cualidades que  actualmente son muy poco reconocidas en cualquier campo profesional.

La explotación petrolera en el mar, con un gran futuro

Desde tu perspectiva profesional ¿cuál es el futuro de la industria petrolera en México y dentro de ella, la participación de los profesionistas de tu especialidad?

La industria petrolera, hablando específicamente de las actividades que se llevan a cabo en el mar, tiene un gran futuro a largo plazo, ya que de las instalaciones costafuera de "Pep" se obtiene aproximadamente el 75 por ciento del crudo de exportación a nivel nacional y, como sabemos, es nuestra primea fuente de ingresos en dólares, como país.

Con respecto a mis compañeros de profesión, siento que tienen un enorme campo de acción no sólo en la industria petrolera, sino también en la farmacéutica, alimenticia, cementera, papelera, etc.

¿Qué opinas de si es políticamente prudente que el gobierno mexicano siga basando su desarrollo económico esperanzado en la industria petrolera y en la exportación de sus excedentes de crudo y gas, como hasta la fecha hace?

Pienso que no es lo correcto, ya que como un ejemplo fácilmente palpable, la industria turística de nuestro país está subexplotada, ya que basada en nuestros recursos -tanto arquológicos como naturales, además de nuestras hermosas ciudades coloniales llenas de historia- deberíamos promover y recibir mayor número de turistas extranjeros, lo cual generaría muchas más fuentes de empleo y esto repercutiría en beneficio para una mayor cantidad de población mexicana.

Una tragedia en el mar que pudo costarnos la vida

¿Cuáles han sido tus mejores y tus peores momentos cuando trabajabas en las plataformas marinas o en las barcazas de perforación o construcción, así como tu trasporte a tierra firme a bordo de helicópteros o lanchas?

Mis mejores momentos han sido cuando, pasado el tiempo, quizá los años, regreso a alguna plataforma y el personal que me conoce y recuerda por mi seriedad y cumplimento en el trabajo, me saluda atentamente.

En cuanto a los malos ratos, bueno, creo que momentos difíciles los hemos tenido todos.

Pero uno que tengo muy presente -debido a la magnitud del siniestro que pudimos ocasionar- me sucedió a bordo de la barcaza de posicionamiento dinámico “Hércules”, cuya tripulación es norteamericana, con la que estábamos haciendo trabajos de buceo de construcción, como a 20 metros de distancia de una plataforma.

Eran como las 2:00 de la madrugada de una noche fría de noviembre de 2004. Me encontraba durmiendo en el camarote y de pronto sentí una fuerte sacudida derivada de un duro golpe en el casco de la embarcación, lo que me despertó desconcertada.

Pocos minutos después tocaron a mi puerta. Eran el capitán y el superintendente de Construcción –ambos extranjeros- quienes muy preocupados me informaron que habían fallado todos los sistemas de posicionamiento de la embarcación y que no era posible repararlos, por lo que  de inmediato teníamos que abandonarla para poder llevársela a su puerto de abrigo en los Estados Unidos.

Sin entender aún del todo los hechos, subí con ellos a la cubierta principal de la barcaza donde encontré a mucho personal -tanto nacional como extranjero- llorando, en lo que llamaría yo un ataque de histeria colectiva.

Algunos de ellos se me acercaron y me explicaron que habíamos estado a punto de chocar con el helipuerto de la embarcación contrae un “rack” de tuberías de gas de la plataforma, lo cual se evitó gracias a que el remolcador de la barcaza, al perder la misma el control de su posición, había entrado en apoyo de ésta, golpeándola y proyectándola en sentido opuesto al área del impacto, por lo que habíamos quedado a escasos 50 centímetros de una gran conflagración y una muerte segura.

Hace escasamente un mes, sucedió otro tipo de accidente en una plataforma habitacional en la Sonda de Campeche, de lo cual se dio la siguiente información:

“Petróleos Mexicanos informó de la evacuación preventiva de 638 trabajadores de la Plataforma Habitacional Semisumergible (PSS) “Flotel Júpiter” que la mañana del martes 12 de abril registró una inclinación por la entrada de agua.

“En su comunicado, la paraestatal aclaró que tras el incidente ocurrido a las 7:39 horas no se registraron lesionados ni tampoco derrames, debido a que las instalaciones no contienen hidrocarburos, excepto combustible en tambos para mantener en funcionamiento máquinas de bombeo,  compresores, motores para aire acondicionado  y plantas de luz.

“Precisó que buzos especializados efectúan el sellado y achique del pontón averiado, en tanto se normalizan los niveles de agua en ambos lados de la plataforma para estabilizarla, lo que se espera que ocurra por la tarde.

“PEMEX informó que al lugar fueron enviadas las embarcaciones Isla Creciente, Fernanda, Aries e Isla Gabriel, para el desalojo del personal hacia la plataforma Abkatun-Alfa”.

Ambos incidentes, relativamente recientes, me recuerdan que siempre tengo que vivir intensamente mi presente, ya que el mañana aún no está escrito y por lo tanto, no debo preocuparme demasiado por él.