* Seis años de promesas incumplidas
Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 17 feb 12 (CIMAC)
A seis años del siniestro en la
mina Pasta de Conchos, viudas y familiares sobreviven con pensiones otorgadas
por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que son menores a las
prometidas por los funcionarios, apenas van de los 2 a 3 mil pesos mensuales.
Teresa Contreras, viuda del
minero José Porfirio Cibrián, recibe una pensión del IMSS, de 2 mil 150 pesos
al mes, los cuales son insuficientes para mantener a su hijo de 13 años de
edad.
Esta situación se repite con
viudas de los mineros caídos en siniestros recientes. Ellas también reciben un
pensión inferior a la prometida, en promedio 2 mil 500 pesos mensuales, y, de
igual modo, se han encontrado con los “oídos sordos” de las autoridades en su
búsqueda de justicia.
Trinidad Cantú madre del
carbonero Raúl Villasaña, caído en Pasta de Conchos, señala que “ni Fox, ni
Calderón se dignaron a recibir a las familias, eso sólo refleja el desprecio
por la vida de quienes trabajan para hacer ricas a las empresas”.
Felipe Calderón “dice que busca
‘primero el diálogo’, pero después de seis años no hemos encontrado una puerta
abierta para hablar con él” y poder exigirle el rescate de los restos de los
mineros y la mejora en las condiciones de trabajo para que los carboneros
trabajen sin el riesgo de morir por falta de medidas de seguridad.
“Tengo sobrinos en la minería, no
quisiera que volviera a suceder esto, vivimos preocupadas, sabemos que se van,
pero no si regresan del trabajo”, advirtió Cantú.
Las viudas de los mineros señalan
que a pesar de los “oídos sordos” de las autoridades, el tiempo que transcurra
y las dificultades económicas: “no nos cansaremos de alzar la voz”.
Además de reclamar los restos de
sus seres queridos, ellas junto a las jóvenes viudas de siniestros recientes
piden que se detenga el enriquecimiento de los explotadores del carbón a costa
de la vida de los mineros.
Raúl tenía esposa y dos hijas,
ellas reciben una pensión, al igual que la mayoría de las viudas de los
trabajadores fallecidos el 19 de febrero de 2006.
Por ello, ayer solicitaron al
Senado de la república, apruebe la iniciativa de ley que propone crear la
Comisión Nacional Reguladora de la Industria del Carbón, la cual funcionaría
como un organismo descentralizado de la administración pública para supervisar,
verificar, vigilar, investigar e inspeccionar la aplicación y cumplimiento de
las normas que regulen la extracción del mineral.
Otra de las peticiones al Senado
fue su aval para demandar al gobierno federal y a la empresa Industrial Minera
México (IMM), el rescate de los restos de los 63 trabajadores, informó a
Cimacnoticias Carlos Rodríguez, director del Centro de Reflexión y Acción
Laboral (Cereal).
Rodríguez abundó que invertir en
el rescate de los restos de los trabajadores carboneros sólo representaría el 1
por ciento de la utilidad anual que le genera a IMM la explotación del carbón.
María Álvarez, hermana de Jesús
Álvarez, minero caído en Pasta de Conchos, señaló que “aunque pasen años y
años, no nos vamos a cansar de pedir que nos los regresen, queremos sus restos
para darles sepultura para ir a dónde llorarles”.
Este clamor llegó a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos en 2010 y también a la Organización
Internacional del Trabajo, instancias en las que el Estado mexicano ha tenido
que explicar su actuación en el caso que ha consistido en negar las violaciones
a los derechos humanos de los trabajadores del carbón y sus familias.
Al reclamo de justicia, se sumó
Laura Cifuentes, viuda del minero Juan Carlos Escobedo, quien murió el pasado 3
de mayo en el pozo Binza, ubicado en la región carbonífera, en este siniestro
fallecieron 14 mineros y un trabajador perdió un brazo.
“Demandamos que haya justicia
para los muertos y prevención porque los accidentes no se van a acabar, mientras
el interés sea el dinero y no la vida de los trabajadores”, mencionó Cifuentes
quien en la explosión también perdió a un hermano y un primo.
La madre de tres hijos, quien
recibe una pensión de 2 mil 250 y obtuvo un préstamo “a medias” del gobierno
federal para emprender un negocio (pues sólo cubrió la mitad de su proyecto)
exige también que funcionarios como Javier Lozano “cómplices” de empresarios
“negligentes” no sigan en ascenso en la función pública, ya que son quienes han
incumplido promesas como el esclarecimiento de estas tragedias y pensiones
justas para las familias.
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